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martes, 16 de septiembre de 2014

El Papa Francisco: el matrimonio es caminar juntos




El hermano mayor

El reino de los cielos se parece a dos hermanos que vivían felices y contentos hasta que recibieron la llamada de Dios para que fueran sus discípulos...
El de más edad respondió con generosidad a la llamada, aunque tuvo que ver como se desgarraba su corazón al separarse de la familia..., y de la muchacha a la que amaba y con la que soñaba casarse... Pero al fin se marchó a un país lejano donde gastó su propia vida al servicio de los más pobres de entre los pobres.
Se desató en aquél país una persecución, fue detenido, falsamente acusado, torturado y condenado a muerte...
Y el Señor le dijo: "Muy bien, siervo fiel y cumplidor, me has servido por el valor de mil talentos, voy a recompensarte con mil millones de talentos... ¡Pasa al banquete de tu Señor!
La respuesta del más joven fue mucho menos generosa... Decidió ignorar la llamada, seguir su camino y casarse con la muchacha a la que amaba.
Disfrutó de un feliz matrimonio, le fue bien en los negocios y llegó a ser rico y prospero...
De vez en cuando daba limosna a algún mendigo y se mostraba bondadoso con su mujer y sus hijos. También de vez en cuando, enviaba una pequeña suma de dinero a su hermano mayor que se hallaba en un remoto país y le ponía una nota en la que decía: "Tal vez con esto puedas ayudar mejor a esos pobres diablos!..."
Y cuando le llegó la hora, el Señor le dijo: "Muy bien, siervo fiel y cumplidor. Me has servido por el valor de diez talentos... Voy a recompensarte con mil millones de talentos... ¡Entra al banquete de tu Señor!"...
El hermano mayor se sorprendió al oir que su hermano iba a recibir la misma recompensa que él..., pero se alegró sobremanera y dijo: "Señor, aún sabiendo esto..., si tuviera que nacer de nuevo y volver a vivir, haría exactamente lo mismo que he hecho".

Dios mío, creo en ti

Dios mío, creo en ti, espero en ti, te amo sobre todas las cosas con toda mi alma, con todo mi corazón, con todas mis fuerzas; te amo porque eres infinitamente bueno y porque eres digno de ser amado; y, porque te amo, me pesa de todo corazón haberte ofendido: ten misericordia de mí, pecador.

Amén.

Bendito sea Dios


lunes, 15 de septiembre de 2014

Oración de Confianza

Padre, me pongo en tus manos.
Haz de mí lo que quieras.
Sea lo que sea, te doy gracias.
Estoy dispuesto a todo, lo acepto todo, con tal que tu voluntad
se cumpla en mí y en todas tus criaturas.
No deseo más, Padre.
Te confío mi alma, te la doy con todo el amor de que soy capaz.
Porque te amo y necesito darme a Ti, ponerme en tus manos,
sin limitación, sin medida, con una confianza infinita, porque
Tú eres mi Padre. 
 
Amén.

jueves, 24 de julio de 2014

Señor me has mirado a los ojos



Dios está aquí